Blanco de Plomo quiere ser un espacio para los amantes del Arte... un espacio para los que se dejan cautivar por las pequeñas pinceladas... para los que son capaces de ver más allá de lo que ven... para los que al contemplar una pintura, alzar la mirada ante un edificio testigo de la Historia o rodear una escultura, vislumbran el otro entre el tiempo y el instante.

jueves, 17 de junio de 2010

[.,., la poesia del instante .,.,]

Retrato de Jeanne Hébuterne
Amedeo
Modigliani, 1919
Óleo sobre lienzo, 55 x 38 cm

Colección Particular




El expresionismo... la expresión, ¿qué sería de nosotros si no expresaramos nada? Expresar es manifestar con palabras, miradas o gestos lo que se quiere dar a entender; aunque si nos referimos a un artista, expresar es manifestar con viveza y exactitud los afectos propios del caso... viene de expreso, claro (no claro de que está calro, sino de claridad, transparente...) y hoy me adentro en un expresionimo lírico...

A saber, campear en los lienzos donde el que pinta promueve una honda comprenetración con los sentimientos manifestados... donde el trazo, el color, la composición, la luz se sumergen en el sentimiento intenso o sutil... encaminado a un punto de inflexión hacia el optimismo, a la ausencia de dramatismo, de dolor... una evasión hacia el mundo interior...

Te encuentras ante un elenco de obras que están cargadas de melancolía [.,.,esa felicidad de estar triste.,.,] obras que tratan de ahondar en el alma del modelo mediante líneas sencillas y una ausencia absoluta de mirada. Las manos siempre están a la vista y las cabezas se ladean sobre cuellos largos y esbeltos. Son obras absolutamente reconocibles y ésa es la razón, seguramente, de que Modigliani haya pasado a la Historia como un pintor sin escuela. Fue un artista único...

Las líneas oscuras que marcan los límites de las formas, casi siempre tonos planos en colores anaranjados, rosáceos y marrones heredó la influencia gótica y renacentista italiana a la que tanto deben sus dibujos y pinturas. Su mirada y expresión parecen entablar un diálogo con el espectador. Las características de su rostro parecen hacer hablar a la figura femenina. Los objetos que rodean el cuerpo son escasos y carecen de una definición tan acentuada como lo está en el cuerpo, en el rostro... que constituyen lo más importante.

Modigliani... su vida fue breve, tormentosa, marcada por la pobreza y la enfermedad. Su carácter rebelde y bohemio le empujaba a vivir al margen de las convenciones. Todo ello dio lugar a una fama inquebrantable de pintor maldito y a una excepcional carrera artística que hace hoy de Amedeo Modigliani una de las figuras más importantes de la Historia del Arte...

Sus inicios, en el parisino barrio de Montmartre... Vive el París de los manifiestos, de la revolución Fauve, de ‘Las señoritas de Avignon’. Allí conoce la obra de Cézanne y descubre también el Arte africano que tanto influiría en su evolución pictórica. Es en ese ambiente en el que Modigliani empieza a esculpir y, aunque se hizo muy popular enseguida en los ambientes bohemios, nunca llegó a vincularse a los movimientos artísticos de moda... a esculpir sus sueños, pero sueños que se truncaron a causa de la precariedad de su salud. El polvo del taller le impide respirar y eso le lleva a dedicarse exclusivamente a la pintura...

Volvemos al instante, pero lejos del instante lumínico de Sorolla... lejos de los instantes de luz de Monet (el que pinta pareciéndose a mi)... estamos ante la poesia del instante o si prefieres, el instante poético... Los instantes son eso, porciones brevísimas de tiempo que se encuentran al punto, sin dilación, como una impresión...

El instante de cada inicio, de una mirada, de un beso, de una pincelada, de una mezcla de colores, de un sueño... eso, de un sueño... el pintor sueña con la melancolía de unos trazos que convergen en el lienzo, unidos al color y al halo de magia... el instante de una mirada capturada mientras piensa, mientras esboza una sonrisa... el instante de buscar los resultados mas bellos con la paleta cálida de un pintor...

Los instantes son hermosos, rebeldes... ganan, pierden, de bella locura... instantes de bella locura, donde transcurren los días y se salta al vacío... los instantes... instantes que abrasan al amante y simulan al tunante... instantes que tallaron la piedra... instantes por los que Dios vino a la vida... instantes con los que partí con mi día... instantes que no hay todavía... el instante de buscar un sueño...

El sueño de Modigliani se llamaba Jeanne Hébuterne, tenía 21 años y era muy hermosa. Atrás quedaban docenas de retratos (...este me receurda a alguien, tiene cara de ser de ese lugar que solo el instante de la vida es capaz de habitar...) en los que aparecían sus ojos de almendra, su pelo cobrizo. Los retratos que él le había hecho a lo largo de aquellos casi tres años de heridas y desengaños, pasión y reencuentros bajo el peso de la cuenta atrás. Al día siguiente de la muerte de Amedeo, Jeanne se arrojó por la ventana de la casa de sus padres. Estaba embarazada de 9 meses... ¿en busca de un sueño?


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