Blanco de Plomo quiere ser un espacio para los amantes del Arte... un espacio para los que se dejan cautivar por las pequeñas pinceladas... para los que son capaces de ver más allá de lo que ven... para los que al contemplar una pintura, alzar la mirada ante un edificio testigo de la Historia o rodear una escultura, vislumbran el otro entre el tiempo y el instante.

miércoles, 26 de mayo de 2010

[...Vide cor meum...]


Caspar David FRIEDRICH
Monje
junto al mar
1809
Óleo sobre lienzo, 110 x 172

Nationalgalerie, Berlin




Lo que escuchas dice:

Y pensando en ella
un suave sueño se apodera de mi

Dueña tuya soy
contémplalo, corazon tuyo.

Y de este corazón
inflamado.

Ah, tu corazón
(y ella tremolante)
inclinándote sumisa haz
de él tu pasto.

Y entonces, envuelta
en lágrimas, vi como de mi
se apartaba.

El gozo tornose
el mas amargo de los llantos

Ahora estoy en paz
corazon mío
Ahora estoy en paz
Mira mi corazón

Lo que ves marca un límite en la experiencia pictórica del momento... llama poderosamente la atención su composición en franjas de color (tierra, mar oscuro y cielo claro)... en un solo lienzo se condensa la máxima espiritulidad que se acerca a la abstracción... Lo sublime, la pequeñez frente a la inmensidad, el ideal de contemplación y de trascendencia... una idea del tránsito al más allá a través de una contemplación desde la orilla al amanecer... el sol está, cual promesa, tras las nubes augurando una felicidad eterna... el mar ocupa el espacio que nos separa de la luz, mientras pisamos la aridez de la tierra...

Lo que escuchas son las palabras de Dante del primer soneto de La Vida Nueva... Dante, el Amor y su amada... ¿una premonición a la muerte? ¿un hálito de vida incesante y llameante? ¿un preludio? ¿un aria? ¿recuerdos de romanza? ¿soneto? ¿...?

Lo que ves te lleva a la paz, lo que escuchas completa cada espacio que de tí no encuentras.... Lo que ves te envuelve, lo que escuchas es un requiebro de majestuosidad.... Lo que ves penetra hasta el espacio más intimo de tus retinas... lo que escuchas te atrapa en notas de sonetos... Lo que oyes es lo que eres cabalgando entre el yo y el propio tú... lo que ves es lo que oyes... [lo que oigo es lo que veo]

¿un suave sueño adormecido? ¿un dulce despertar al sueño de la vida? ¿llanto tremulante y tormentado? ¿paz contenida en la soledad del bullicio de la vida?

Eres [y soy] un alma sola en el universo... Soy [y eres] cada verso derramado de los labios de la tierra árida y adormecida... Somos [tú y yo] cada compás acompasado en la mano del Hacedor... Seremos [los dos] dulce sueño adormecido asomado al velo de luz que nos une para siempre... ahora estoy en paz... mira tu corazón... mira mi corazón...................................

domingo, 23 de mayo de 2010

Flora [...o la Primavera....]

Flora
Fresco de Stabia

Siglo I a.C.
Museo de Nápoles




Tiene toda la cara de pompeyano...

La verdad es que todos (bueno, casi todos) tenemos la cara de allí de donde somos... ayer estuve en Málaga (la verdad que menos mi madre, mi hermana y yo, los que nos rodeaban tenían una cara de malageueños, increible...) y me acerqué al Museo Picasso... la verdad es que no tiene cara de malagueño. Como diría mi profesor Valdivieso, que Picasso naciera en Málaga fue una casualidad biológica... Picasso tiene cara de ¿sus cuadros? ... aunque para cara, la del Museo en sí... Picasso y los caballos, ¡toma ya!... seguro que muchos serían caballos sin cola. Ahora lo entiendo, la cola estaba dando la vuelta a la esquina, ergo, imposible entrar... me fui directo a la tienda, que cara la mía. Bueno, que me desvío... decía que los malagueños no se parecen a Picasso... y que este fresco (que los frescos son los que tienen mucha cara) tiene cara de ser pompeyano.

Pero no, no es pompeyano, es de Stabia... Es una población cercana a Pompeya, a unos seis kilómetros al Sur. También las villas de los patricios de esta ciudad sufrieron las consecuencias del Vesubio en el año 79. Decoraba el cubiculum de la Villa Arianna. Hay quienes le echan cara y hablan de la primavera, otros se la echan para decir que es la Diosa Flora... ¡hay que tener cara! para ser una mujer sin ella, bueno, casi, porque un poco asoma.

La iconografía es dudosa. En este caso no es casualidad biológica. Es simplemente dudosa... ¿Flora? ¿La Primavera? ¿las dos? ¿ninguna?... campea descalza por un fondo verde marino, recogiendo flores que va dejando caer en un kalathos... realmente es una escena simplemente bucólica y cotidiana... (la verdad es que los dioses se hacen mas dioses cuanto más cotidianos son, pero bueno, ahí no entro ahora)... Es ella... y seguro que ha impresionado a muchos cuando la han visto [espero verla este verano], si no que le pregunten a Valdés Leal (esta tesis es un poco atrevida, pero fundada en una primera comparación visual)... Es ella, con una composición llena de frescura, libertad, espontaneidad...

Lo más encantador no es quien sea, ya hemos dicho que es ella envuelta en tres coordenadas que la hacen especial (¿a que si?) el color, la línea y la sencillez compositiva...

El cromatismo es quien juega un papel fundamental en el fresco, la luminosidad y el color son fundamentales para catalogar de bello este sentimiento pictórico mural... la neutralidad de la escena viene dada por el color y a su vez el color entra en el juego de las perspectivas alejándola a ella de la escena y haciéndola cercana a ti que la ves y la contemplas, y la haces preferida (que no perfidia, que si no hay que echarle cara al asunto y movernos en el terreno de la deslealtad, la traición o el quebrantamiento de la fe debida, y no está el horno para bollos...) y te remite a una fuerza pictórica inigualable (bueno, casi inigualable)

La segunda coordenada que entra en juego es el trazo... está marcado por ese ritmo curvilíneo que hace esencial la magia de la figura con la línea curva, llevando al muro con el dibujo los mejores versos poéticos de un pincel. Además contrasta con la prosa vertical del tallo en flor que compensa la sinuosidad de la muchacha...

Termino con la composición... ella sobresale de la escena... una escena atrevida, diferente... pies descalzos, espalda desnuda... detalles de sensualidad inusual y cotidiana en un entorno danzarín y despreocupado...

Como ves hay que echarle cara al asunto y escribir con palabras lo que simplemente pellizca el estómago y envuelve en un placer especial cuando contemplamos la obra de arte vislumbrando un espacio entre el otro y el instante...



Persecución de vida que
Rezuman los
Iris de quienes te
Miran...
Avanzas y te acercas mientras te
Vas de mi...
Estás y me envuelves en el
Roce tibio de tu
Ausente y distante escena...

Oda en

Flor que haces
Liviano cada rincón
Oscuro de mis días
Recordando que te vas y...
Al tiempo volverás...

domingo, 16 de mayo de 2010

[.,.,Bautismo.,.,]

Bautismo de Cristo
Bartolomé Esteban Murillo
Sevilla, Catedral
1668
Óleo sobre lienzo





El gran protagonista de la pintura barroca sevillana vivió entre 1617 y 1682. Fue hijo de un barbero (cirujano), de familia numerosa, y huérfano a temprana edad. Probablemente se formó en el taller de Juan del Castillo, pintor discreto, que le despertó el interés por los temas infantiles, de ahí sus cuadros llenos de ángeles y niños...


Empezó su actividad en torno al año 1640 y su pintura está acorde con los intereses de una época. La Sevilla del XVII era una ciudad en crisis, en retroceso económico, hambruna, plagas... momento en el que la actividad portuaria empieza a conocer su decadencia mezclada con la peste de 1649 que merma la población aniquilando a sesenta mil personas... Sevilla era catastrófica: casas abandonadas, falta de mano de obra... y poco a poco se fue extendiendo la pobreza, el hambre, la miseria y... la ruina.

Sevilla reacciona y toma conciencia. Se busca ayuda y protección, sobretodo divina... y es aquí donde interviene Murillo.


Su pintura es tan bella, dulce y colorista que sirve de consuelo y refleja las necesidades espirituales. Su pintura acerca el cielo a la tierra... su pintura crea situaciones afectivas, escenas emocionantes. Murillo desdramatiza la pintura religiosa haciéndola más cotidiana y hogareña... los personajes religiosos son como los vecinos: amables, compasivos, cercanos... Sus personajes están sacados de la vida cotidiana y hace que sean fácilmente reconocibles... así consigue que su pintura goce del favor y del aprecio de todos sus contemporáneos y cotizado por todas las clases sociales.


El acierto de este buen hombre, sencillo, cercano, amable... fue dejar traslucir en la pintura su propia personalidad y saber captar la vida de la calle...


Murillo tuvo diez hijos, siempre estuvo rodeado de niños (hermanos, hijos, sobrinos, nietos...) y esa ternura la traslada a sus lienzos. Niños siempre sonrientes, normales, astutos, dulces.... Murillo gusta porque encierra en si mismo una exaltación a la vitalidad física y moral de un pueblo sencillo abatido por el dolor.


De un Barroco modesto y discreto, comedido y equilibrado... como la propia Sevilla del diecisiete...


Es un gran dibujante, el dibujo será la base de su pintura. Dibujo certero y perfecto.


El Bautismo de Cristo



El mismo año de 1667 en que el Cabildo de la Catedral encargó a Murillo la decoración de la Sala Capitular, le encomendó también la representación del «Bautismo de Cristo» para ser colocada en el remate del retablo de San Antonio, para así subrayar la condición de Capilla Bautismal que tenía este recinto. De esta manera, aunque con un margen de separación de once años, el mismo retablo quedaba adornado con dos excepcionales obras de Murillo.


Esta pintura muestra uno de los más altos niveles de calidad técnica que Murillo alcanzó a lo largo de su producción. Murillo acertó a captar en esta obra un profundo sentimiento espiritual manifestado a través de las actitudes de los dos personajes que la protagonizan, traduciendo una intensa emotividad el semblante de San Juan Bautista y una recogida humildad en el de Jesús. Esta dualidad sentimental se encuentra perfectamente subrayada por el armonioso ritmo compositivo que vincula a los dos personajes, así como por el intenso hálito de placidez natural que emana del paisaje que respalda a las dos figuras.


La ejecución de esta pintura, que debió de llevarse a cabo en 1668, al año siguiente de su encargo, muestra cómo Murillo había asimilado perfectamente las directrices del arte europeo de su época, especialmente las de la pintura flamenca, a través de las numerosas pinturas que pasaban por el comercio de Sevilla, y también merced a las impresiones obtenidas durante su estancia en Madrid, diez años antes, momento en que hubo de conocer probablemente la colección real, rica en pinturas de esta escuela, especialmente en ejemplares de Rubens y Van Dyck.





Murillo... capaz de hacer la magia de la sencillez de un momento tan lleno de divinidad... su suavidad, su claridad, su dulzura... se envuelven en los paños que en sus manos llevan los ángeles... en el rostro del Bautista, en la clama paz del agua, en la quietud de la fuerza del Espíritu...


La fuerza de la música esta en la suavidad de las teclas de un piano... la fuerza de la pintura está en la suavidad de su pincelada...


[.,.,.,Hoy.,.,. la fuerza de la vida está en la vida pequeña y sencilla.,.,., vida que se hace nueva y renovada por el agua del Bautismo.,.,]



Irradiar luz

Renovada en la

Esperanza de la

Nueva vida que en Cristo se

Estrena


miércoles, 5 de mayo de 2010

[,.,.mayo.,.,]


Después de un largo invierno frío y apagado, vuelve la primavera (.,.,aunque en días como estos haga algunos guiños al inefable otoño que llevamos en la memoria.,.,) a través de la floración de las plantas y de la aparición de sentimientos tan cálidos como el amor. Relacionado con este último sentimiento está la vida, y por ello he querido seleccionar dos obras de Rodin y Magritte.


La eterna primavera, Prototipo de 1884, Bronce, posterior a 1898

La eterna primavera, de Rodin es una clara representación de esta estación, y no sólo por el título de la obra, sino por lo que representa: un fluir de emociones y sensaciones que experimentan dos individuos, que simbolizan el amor. La primavera es un resurgimiento de este tipo de sentimientos, y al tratarse de una escultura que no es cambiante y que por lo tanto, siempre tendrá la misma textura y forma, esa acumulación de sensaciones se vuelve eterna, produciendo que cada vez que contemplas la obra, vuelvan a ti esa sensualidad que envuelve la obra de Rodin.

"Después del descubrimiento de Miguel Ángel y de los primeros trabajos de 'La Puerta del Infierno', el arte de Rodin experimentó un giro en el sentido de una mayor sensualidad; las poses miguelangelescas y el bullir de las formas en las puertas de bronce liberaron al artista de las rígidas convenciones clasicistas. La eterna primavera es uno de los primeros ejemplos en los que se plasma esta nueva sensualidad; Rodin se propone expresar la floración de la vida en el beso y en el abrazo en el que el hombre estrecha a la mujer, como para despertarla de un largo sueño..."



La cuerda sensible de Magritte, por otra parte es la explicación alternativa a un fenómeno cotidiano de la naturaleza. Las nubes también pueden ser símbolo de la primavera (.,.,también una nube que corta el cielo del otoño, o de la tarde del invierno, siga en nuestras retinas.,.,), ya que éstas forman parte del cielo y se pueden mostrar de varios colores. En la obra de Magritte, la nube es la protagonista, pero el entorno paisajístico que la envuelve también tiene un papel importante. Un paisaje muy primaveral y alegre, que refleja de una forma fiel la realidad. Sin embargo, hay un elemento fantástico, y éste es la enorme copa de cristal que sostiene a la nube de una forma frágil y delicada.



La cuerda sensible, Año 1960, Óleo sobre lienzo 114 x 146 cm

"No existe una ley plausible para que una nube se quede suspendida en medio del bello azul del cielo, ni hay motivo por el que no pueda hacerlo una piedra. Sin embargo, consideramos el primer fenómeno normal y el segundo imposible. Magritte, que considera los dos igualmente posibles e igualmente misteriosos, intenta buscar por sí solo la solución de este misterio; la encuentra en una enorme copa de cristal que está entre el cielo y la tierra y proporciona a la nube el invisible sostén que necesita para permanecer suspendida en el aire. Podemos considerar esta imagen como algo imposible y concederle la credibilidad de un sueño o una fantasía en estado de vigilia; o bien podemos hacer como el artista, tomar nota y sumergirnos en su poesía."


.,.,.,¿A que no sabías todo lo que te puede deparar este mayo? ¿Acaso esperabas el frescor matutino de un amanecer otoñal? ¿TE sugirió la Historia que cada mes de mayo trae un especial sabor a tu vida? La primavera de mayo hace que un resplandor anaranjado acaricie para siempre tu alma y te atrape eternamente en la memoria.,.,.,