Blanco de Plomo quiere ser un espacio para los amantes del Arte... un espacio para los que se dejan cautivar por las pequeñas pinceladas... para los que son capaces de ver más allá de lo que ven... para los que al contemplar una pintura, alzar la mirada ante un edificio testigo de la Historia o rodear una escultura, vislumbran el otro entre el tiempo y el instante.

miércoles, 5 de mayo de 2010

[,.,.mayo.,.,]


Después de un largo invierno frío y apagado, vuelve la primavera (.,.,aunque en días como estos haga algunos guiños al inefable otoño que llevamos en la memoria.,.,) a través de la floración de las plantas y de la aparición de sentimientos tan cálidos como el amor. Relacionado con este último sentimiento está la vida, y por ello he querido seleccionar dos obras de Rodin y Magritte.


La eterna primavera, Prototipo de 1884, Bronce, posterior a 1898

La eterna primavera, de Rodin es una clara representación de esta estación, y no sólo por el título de la obra, sino por lo que representa: un fluir de emociones y sensaciones que experimentan dos individuos, que simbolizan el amor. La primavera es un resurgimiento de este tipo de sentimientos, y al tratarse de una escultura que no es cambiante y que por lo tanto, siempre tendrá la misma textura y forma, esa acumulación de sensaciones se vuelve eterna, produciendo que cada vez que contemplas la obra, vuelvan a ti esa sensualidad que envuelve la obra de Rodin.

"Después del descubrimiento de Miguel Ángel y de los primeros trabajos de 'La Puerta del Infierno', el arte de Rodin experimentó un giro en el sentido de una mayor sensualidad; las poses miguelangelescas y el bullir de las formas en las puertas de bronce liberaron al artista de las rígidas convenciones clasicistas. La eterna primavera es uno de los primeros ejemplos en los que se plasma esta nueva sensualidad; Rodin se propone expresar la floración de la vida en el beso y en el abrazo en el que el hombre estrecha a la mujer, como para despertarla de un largo sueño..."



La cuerda sensible de Magritte, por otra parte es la explicación alternativa a un fenómeno cotidiano de la naturaleza. Las nubes también pueden ser símbolo de la primavera (.,.,también una nube que corta el cielo del otoño, o de la tarde del invierno, siga en nuestras retinas.,.,), ya que éstas forman parte del cielo y se pueden mostrar de varios colores. En la obra de Magritte, la nube es la protagonista, pero el entorno paisajístico que la envuelve también tiene un papel importante. Un paisaje muy primaveral y alegre, que refleja de una forma fiel la realidad. Sin embargo, hay un elemento fantástico, y éste es la enorme copa de cristal que sostiene a la nube de una forma frágil y delicada.



La cuerda sensible, Año 1960, Óleo sobre lienzo 114 x 146 cm

"No existe una ley plausible para que una nube se quede suspendida en medio del bello azul del cielo, ni hay motivo por el que no pueda hacerlo una piedra. Sin embargo, consideramos el primer fenómeno normal y el segundo imposible. Magritte, que considera los dos igualmente posibles e igualmente misteriosos, intenta buscar por sí solo la solución de este misterio; la encuentra en una enorme copa de cristal que está entre el cielo y la tierra y proporciona a la nube el invisible sostén que necesita para permanecer suspendida en el aire. Podemos considerar esta imagen como algo imposible y concederle la credibilidad de un sueño o una fantasía en estado de vigilia; o bien podemos hacer como el artista, tomar nota y sumergirnos en su poesía."


.,.,.,¿A que no sabías todo lo que te puede deparar este mayo? ¿Acaso esperabas el frescor matutino de un amanecer otoñal? ¿TE sugirió la Historia que cada mes de mayo trae un especial sabor a tu vida? La primavera de mayo hace que un resplandor anaranjado acaricie para siempre tu alma y te atrape eternamente en la memoria.,.,.,



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