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Georges de la Tours
Le Nouveau-né
Musée des Beaux Arts Rennes
Óleo sobre tela
76 x 91 cm
1645-1648

Silencio... ya estás aquí... como una pincelada en el lienzo crudo...
Silencio... ya estás aquí... esperado, deseado, anhelado, querido...
Silencio... ya estás aquí... la espera empieza a terminar... ha terminado...
Silencio... ya estás aquí... amado, arropado, .... ¡SANTIAGO!

La composición es sencilla: dos mujeres, una de frente y otra de perfil, y en brazos de la primera un recién nacido. Una luz rojiza ilumina los rostros, dejando en penumbra el resto del cuadro. Sólo la cabeza del niño y el pecho de la mujer de perfil están iluminados con color blanco.

Es dificil ver una composicion sencilla en el Barroco, más aún en un seguidor de Caravaggio... pero esta ha de ser así... sencilla... la fuerza, el movimiento, la majestuosidad, el aparato, el léxico y la sintáxis del Barroco están en el recién nacido... en el milagro de la vida, en la magnanimidad del ser que ha empezado a vivir... Barroco en potencia, luz que irradia su ser y de su madre... y de su tia (porque yo quiero que lo sea)... su madre viste rojo, viste amor, pasión por su nueva criatrura... su tía blanco de pureza que le brota del pecho... su luz es blanca porque es el color de la paz que derrama con su mano... y él la luz...

(Parafraseando entradas pasadas...)

Hoy mi oración es para ti... para ti que has nacido...
Hoy mi oración es para los que ya son tuyos...
...por el seno que te ha protegido...
...por la voz dulce que te acuna...
...por la mano tierna que siente tu caricia...
...por los labios suaves que empapan tu mejilla...
...por los brazos que ya te tienen...
...por los pies que te guiarán cada paso...
...por los ojos que no se apartaran de tu lado...

Hoy mi oración es para ti... que has a nacido...
Hoy mi oración navega por los mares carmenados...
...hasta llegar a ti...