Arthur HughesNativity
1858
Hoy casi no tengo palabras... quisiera escribir tantas cosas que no se por donde empezar... podría hablar de la Navidad, del misterio teológico, de la exégesis evangélica... Podría hablar de los pastores, de la estrella, los ángeles y los magos... Podría hablar de la posada, de Belén y el pesebre... del buey, de la mula... de María de José... del Niño...
Podría disertar sobre la evolución histórica en las Artes Plásticas de la representación del misterio navideño, del color de las telas en las natividades del renacimiento... del claroscuro de los portales de Belén pintados en el Barroco de Murillo o en el temprano naturalismo de Caravaggio... Me encantaría escribir sobre la Adoración de los Magos de Domenico Ghirlandaio, los nacimientos sevillanos, los que recrean la naturaleza de manos de los franciscanos...
Podría entrar en las telas de los nacimientos napolitanos o contar la experiencia de ver un nacimiento gótico en la puerta que lleva mi nombre en la Catedral de Sevilla...
No tendría desperdicio hablar del maravilloso conjunto barroco que en París se encuentra del escultor Michel Anguier, o del de Tommaso Orsolino en la Iglesia del Gesú de Genoa con los maravillosos ángeles soportes de la cueva altar...
No me quedarían palabras para narrar lo que Pisano esculpió y catequizó para la Catedral de Pisa, o las maravillas que encontramos en los retablos de San Miguel de Jerez o San Isidoro del Campo, de la gubia de nuestro dios de la madera... un libro entero daria para ello...
Y no me quedarian páginas para narrar los belenes de la Roldana...
Lo siento, pero no tengo palabras... ante tal misterio... ante esta lección de humildad y amor... lo siento, pero no tengo palabras... solo un niño que nace, contemplar el misterio... mirarlo... solo mirarlo...
Mis palabras, mis letras, las rimas y los versos se hunden en el silencio... que hoy trabajen los ojos de la transparencia, que hoy sean la tinta los vellos erizados de mi mano...
Contempla el misterio... alza tu mirada al infinito... sobrecógete en su dulzura... déjate penetrar por él...
Podría hablar de miles de imágenes en Navidad, pero me quedo con el Belén de mi casa... y con una noche fría camino de la Misa del Gallo en Roma...
Feliz Navidad
Podría disertar sobre la evolución histórica en las Artes Plásticas de la representación del misterio navideño, del color de las telas en las natividades del renacimiento... del claroscuro de los portales de Belén pintados en el Barroco de Murillo o en el temprano naturalismo de Caravaggio... Me encantaría escribir sobre la Adoración de los Magos de Domenico Ghirlandaio, los nacimientos sevillanos, los que recrean la naturaleza de manos de los franciscanos...
Podría entrar en las telas de los nacimientos napolitanos o contar la experiencia de ver un nacimiento gótico en la puerta que lleva mi nombre en la Catedral de Sevilla...
No tendría desperdicio hablar del maravilloso conjunto barroco que en París se encuentra del escultor Michel Anguier, o del de Tommaso Orsolino en la Iglesia del Gesú de Genoa con los maravillosos ángeles soportes de la cueva altar...
No me quedarían palabras para narrar lo que Pisano esculpió y catequizó para la Catedral de Pisa, o las maravillas que encontramos en los retablos de San Miguel de Jerez o San Isidoro del Campo, de la gubia de nuestro dios de la madera... un libro entero daria para ello...
Y no me quedarian páginas para narrar los belenes de la Roldana...
Lo siento, pero no tengo palabras... ante tal misterio... ante esta lección de humildad y amor... lo siento, pero no tengo palabras... solo un niño que nace, contemplar el misterio... mirarlo... solo mirarlo...
Mis palabras, mis letras, las rimas y los versos se hunden en el silencio... que hoy trabajen los ojos de la transparencia, que hoy sean la tinta los vellos erizados de mi mano...
Contempla el misterio... alza tu mirada al infinito... sobrecógete en su dulzura... déjate penetrar por él...
Podría hablar de miles de imágenes en Navidad, pero me quedo con el Belén de mi casa... y con una noche fría camino de la Misa del Gallo en Roma...
Feliz Navidad
1 comentario:
podría ensoñar millones de días, podría ilusionarme otras tantas millones de noches, pero en estos días me quedo con el deseo de curar corazones dañados, dolidos y agrietados... aunque sea solo un deseo, ya que la impotencia es mucha, un deseo sincero y comprensivo, más allá de solidario... un deseo reparador de amor para los desprotegidos del alma, apelando al amor que todo lo puede...como el amor que nos regala el Dios hecho hombre, como el amor de Padre misericordioso...
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