Blanco de Plomo quiere ser un espacio para los amantes del Arte... un espacio para los que se dejan cautivar por las pequeñas pinceladas... para los que son capaces de ver más allá de lo que ven... para los que al contemplar una pintura, alzar la mirada ante un edificio testigo de la Historia o rodear una escultura, vislumbran el otro entre el tiempo y el instante.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Humana divinidad



BERNINI, Gian Lorenzo
The Ecstasy of Saint Therese
1647-52
Marble, height 350 cm
Cappella Cornaro, Santa Maria della Vittoria, Rome


[... Veis aquí mi corazón,
yo le pongo en vuestra palma:
mi cuerpo, mi vida y alma,
mis entrañas y afición.
Dulce Esposo y Redención
pues por vuestra me ofrecí:

¿Qué mandáis hacer de mí? ...]


Aun recordáis cuando Proserpina era asida por las manos de Plutón... el mármol se hacía carne... la música se hizo brisa de mar bravía... Las cinceladas de Bernini vuelven a atacar la tosquedad de un bloque tácito de texturas toscas... Si la frialdad del material pétreo se tornó mórbida piel raptada, ahora se hace escena de grandezas, de telón teatral de escena divina...

El alma humana quiere entrar en juego con las manos del Creador... la mano del artista quiere participar de la historia de amor de una mujer enamorada del eterno etéreo... flotan los paños de la terca capa carmelitana... vuelan los pliegues de un saco de pureza... el suelo de la clausura se eleva en nubes de Carrara para asistir al mayor espectáculo del Barroco del alma...

Nada turbe a lo que todo lo alcanza... el alma humana ansía alcanzar el regazo divino... el escenario del orgasmo divino escapa a toda coordenada espacio-temporal... todo se muda, la paciencia todo lo alcanza...

Bernini hace que Teresa y su dulce Esposo se encuentren en el traspaso de un dardo de dulce herida... Tus ojos se encuentan con las notas de una melodia que te llevan a recorrer cada una de las diagonales que el martillo y el cincel han ido creando en un climax de versos concatenados por un ritmo de pasión...

Bernini... Teresa... tus ojos y los mios... dardo... nubes y pliegues... notas de fulgor barroco.. estresante composición de paz y calma...

y ahora repite con Tersa... y comparte el eterno placer del dolor divino... siente el dolor clavado como si de una cincelada seca tu alma quedara desgarrada... todo se pasa, Dios no se muda... la paciencia, todo lo alcanza... nada te turbe... nada te espante... solo lo que en ti ha encontrado sentido basta...


Humana divinidad...

[asomado al alfeizar de mi ventana
te encuentro siempre, alma encarmenada]






3 comentarios:

Caballa dijo...

Q grandes recuerdos me trae la historia del arte...mi sueño frustrado... bueno al menos me queda el consuelo q tú lo estás realizando...

Genial esta entrada.

un abrazo

gloria dijo...

si fuera piedra, quiero ser el mármol que esculpe bernini, quiero ser la piedra que siente hundir las yemas de los dedos en mi muslo de piedra, con arrebato que llega al insulto de pasiones en aquel rapto, quiero ser el rapto.... qué observaba bernini en el rostro de las mujeres para calcar sus éxtasis, me asombra el componer de las manos, cara y cuerpo de la beata ludovica, que se va, se va... qué observa bernini, cómo esculpe en la piedra el rostro de una mujer, qué mujer, quién le presta el rostro a la santa... qué conocía bernini del rostro prestado... bernini tu piedra habla, hazlo tú...

Anónimo dijo...

Las manos de un hombre cincelan una de las más bellas obras, testimonio divino de su gran amor.
Llegué hasta aquí por casualidad, y ha sido un bello encuentro.